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"encuentro" serie el hombre gris . (2012) |
El otro día descubrí en internet que mi escrito “el
no-lugar y el no-discurso” había sido copiado por un internauta-fotógrafo.
Puesto en contacto con este me confesó su admiración por mi trabajo y que este
texto le había cambiado su planteamiento frente a la fotografía.
No soy un técnico, ni un teórico, ni tan siquiera un ensayista
de la fotografía, no me siento merecedor de tales elogios, soy un modesto
fotógrafo que intenta trasmitir emociones.
En la foto pasa lo mismo, lo importante no es la cámara,
el Photoshop, el objetivo o la gama tonal, lo importante es la “comunicación” ,
si realmente dice algo.
No podemos pensar en dejar de hacer fotos porque no
tenemos la cámara adecuada o los pixeles necesarios, eso son tonterías. La
técnica es algo que se adquiere con los años. Man Ray era un marrano, sus fotos
estaban llenas de pelitos, manchas,
rallajos y no por eso dejaron de ser buenas.
Cuando comenzaba con la fotografía en torno al año 86 y
recorríamos los clubs fotográficos y los certámenes en busca de consejo, me di
cuenta que la premisa fundamental era la técnica ¿Qué revelador usas? ¿mejor
papeles multicontraste o fijos? ¿Mate o brillo? ¿Qué formato de película es el
adecuado?. Fotos insulsas ganaban grandes concursos frente a otras más
creativas, única y exclusivamente porque utilizaban mejores ópticas, formato
medio o doble revelado, esto desmoralizaba a cualquiera, era y sigue siendo
motivo para dejar el medio. Las imágenes más creativas se quedaban detrás a
pesar de aportar nuevas ideas, composiciones más originales o proyectos mas brillantes.
Y es que el jurado mayoritariamente formado por autores premiados en otros
concursos solo utilizaba la técnica, como única forma de medir y cuantificar
los trabajos. Para un autor novel es difícil adquirir esa técnica, y parece que
a medida que la adquiere, pierde frescura y originalidad, quizás debido a ese
cierto “manierismo” de estos círculos. Por todo ello creo que es conveniente
conocer en un primer momento estos lugares, para estar dispuesto a caminar en
solitario.
En la plenitud de mi vida, en la búsqueda de uno mismo me
siento más dueño de mi mismo de lo que jamás lo fui, me reconozco en mis fotos,
me entiendo y me acepto. Tengo la sensación de estar devolviendo algo de lo que
una vez se me dio, de contribuir de alguna manera, con la racionalización de un
medio que ha pasado del anonimato en los 70 y 80 al boom de los 90, donde todos
querían ser fotógrafos, como si ser artista-pintor ya no fuera “cool”, donde la
facilidad del medio digital permitiera a cualquiera sin conocimientos previos,
hacer uso de grandes formatos,(como si el formato fuera un valor añadido a la
obra) grandes postales, de técnica impecable pero faltas de contenido (otra
vez). Algo bueno tubo esto cuando popularizo la fotografía hasta el punto que
todo el mundo quería poseer una en su casa y las galerías se llenaron de ellas.
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"el hombre elefante" serie el hombre gris (2012) |
“El artista moderno” necesita moverse libremente por
distintas disciplinas artísticas para poder expresarse mejor en según qué
medio…(maestrillo de nada y aprendiz de todo) ese sentido fragmentario e
intermitente, ¿donde deja a los que
somos fieles a un solo proceso?, donde esta aquello de conocer y manejar las
herramientas hasta saber las limitaciones del medio, de “amoldar el medio al
discurso y no el discurso al medio”, como forma de centrar tus ideas formal y
conceptualmente. Esa fidelidad al medio hace de tu discurso un solo paquete de
imágenes más contundentes, más rotundas.
Creo que lo más complicado para un artista-fotógrafo es
desembarazarse de los convencionalismos establecidos frente a la imagen, las
grandes fotos de la historia y sus autores pesan mucho sobre el subconsciente y es muy fácil caer en la imitación por
omisión. Otra cosa es que por admiración y partiendo de la mimesis (imitación
consciente) se realice una reinterpretación de ciertas imágenes que para ti son
cruciales, en cuyo caso partimos desde un lugar hacia lo desconocido, ese punto
de partida y el reconocimiento de la familia artística a la que perteneces es
fundamental en toda creación.
Se requiere un esfuerzo grande para no caer
en un tipo de fotografía acomodaticia, la foto exitosa nos lleva a repetir
constantemente por ese camino, clichés que pueden ser muy perjudiciales.
Recuerda a aquellos fotógrafos de retrato que jamás mueven las luces por miedo
al fracaso de sus instantáneas .La fotografía tiene que ser una experimentación
constante, arriesgarse supone equivocarse muchas veces, pero también es parte
del aprendizaje y de la renovación constante de todo artista.
La manera un poco caótica e improvisada de producir
imágenes sin guion, solo con unos pequeños bocetos me obliga a tener que
realizar a posteriori y a la vista de los trabajos un análisis más concienzudo
de selección de las mejores imágenes, cuales expresan mejor lo que quiero
contar, quizás sea este el trabajo más difícil, porque entran en juego fotos conseguidas
fácilmente frente a otras que requerían un gran esfuerzo de preparación o
realización. Solo la distancia que dan los meses hace que esto carezca de
importancia y pueda ser mas objetivo en mis valoraciones. Por el contrario el
dejarse llevar por los materiales, la aparente falta relación entre los
objetos, le imprime un carácter surrealista de sorpresa y frescura que me
interesa. Está claro que el trabajo conceptual previo es importante, pero no
siempre puedes llevar a buen término las ideas y en muchas ocasiones no casan
bien al fotografiarlas. Por eso el trabajo de análisis posterior es tan
importante y tomar distancia respecto al trabajo fundamental.
La luz es nuestro aliado, no concibo al fotógrafo de
catalogo de supermercado, donde la misma luz sirve para todos los objetos. “La
luz define el modelo, pero sobre todo al fotógrafo” es su aliado. Destaca o
modifica los elementos de una foto y por tanto tiene que primar sobre estos,
cuidar la luz es cuidar las fotos que hacemos. En mi caso todavía llega más
lejos porque es capaz de conferir misterio cosa que me interesa y mucho, la
mente del espectador es capaz de rellenar las zonas en sombra de la imagen con
su imaginación, la luz transforma expresiones y dota de vida muñecos inertes.
Para mí los grandes maestros, han sido los mejores “domadores
de la luz”, cada fotógrafo tiene su propia luz, que lo define que lo
identifica, da igual que realice exteriores o interiores, él tratara de
acomodar su imagen mental hacerla llegar a sus fotografías y usara la técnica
para acomodar las luces a favor propio.
A día de hoy que alguien diga que es gran admirador mío
es algo que me enorgullece enormemente y me hace pensar que estos años de
marginación fotográfica han valido la pena, pero también deja claro que algo
falla en la educación de estos nuevos artistas y la producción de imágenes sin
sentido es una de ellas. Quizás los fotógrafos de mi generación seamos una
especie a extinguir cuando valorábamos mucho las imágenes que nos quedaban en
el carrete. La sobre explotación de imágenes a la que las nuevas tecnologías
nos tienen acostumbrados, su saturación nos ha llevado a infravalorar un medio (
a más fotos, más problemas en la selección ) y lo que realmente necesitamos es
una reflexión mayor sobre el porqué y para que hacemos fotografía.
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